martes, 26 de noviembre de 2013

AVILÉS METAL FEST. Sala Quattro. 22.11.2013. Crónica.


Texto: Larry Runner.

Hacía la friolera de quince años que MURO no visitaba Asturias. Era la segunda venida de la banda madrileña a la región en tres décadas de historia, algo que se mire por donde se mire es más que escaso. Dicha circunstancia, unida a saber porqué razón yo me los perdí en el 98, hacía que jamás hubiese visto a las huestes de Silver en vivo.
Son muchos años viendo conciertos, lo cual hace que sea cada vez más complicado acudir a un bolo con la ilusión de ver a alguien por primera vez. Reflejar con palabras mi estado de excitación y las ganas de acudir a Avilés para verles se me antoja complicado.

Semana completa de recuerdos de hacía muchos años. A mi mente vinieron durante los días previos imágenes de aquella Discoteca Baby's donde Javi “el del Thriller” nos los descubrió con el Acero y Sangre, cuando las calles de Mieres se inundaban de metalheads, o de “jevis”, que nos decían la inmensa mayoría en tono despectivo. La pista de la discoteca se llenaba cuando sonaban sus himnos. Verles juntos a los cuatro otra vez tras tres décadas hacía que el 22 de noviembre fuese una fecha señalada para mi.

La hora de comienzo de la velada era temprana para los que aún tenemos eso que llaman “la suerte de trabajar”. Así que llegamos tarde y nos perdimos a WESTHIA, y casi la actuación entera de PANDEMIA, aunque si me dio tiempo a ver su cover del Whiplash de Metallica.

De esta manera la noche comenzaba realmente para nosotros con los HUMAN de Alex y Moi que desde hace meses tienen de cabeza visible a Ramón Lage. Era la cuarta vez que les veía en directo, pues he tenido la suerte de haberles disfrutado ya antes en Oviedo, Avilés y Mieres, y van a más en cada concierto. Van sonando a banda rodada, ganando en confianza, en saber estar sobre el escenario y hasta en imagen.

Sus canciones duras y reivindicativas fueron recogidas con un poco más de entusiasmo a cargo de una audiencia aún escasa, y es que con el tema de la prohibición del tabaco, para algunos sigue siendo más importante la dosis de nicotina que ver a un grupo de casa, y hasta que empezaron Muro casi había tanta gente a las puertas echando humo, a pesar del cruel frío, como adentro disfrutando de las actuaciones.

Temas como We Are One, No More (que se estrenó en exclusiva en nuestro programa y por lo cual siempre estaremos agradecidos por el detalle) y All Together ya empiezan a sonar a todos aquellos que tienen un mínimo de interés en apoyar a las bandas de casa. La llamada a la rebelión del discurso de Ramón Lage sigue ahí. Ojalá algún día tengamos todos huevos para llevarla a cabo. Una vez más, me gustaron.

Tras los langreanos, los ovetenses SOLDIER se subían al escenario para llevar a cabo una especie de ensayo general para la noche del día siguiente en la que se iban a jugar todo en al final de la Batalla de Bandas de Pegaso Energy.

Tal y como ellos nos recordaron, hace un año ya que se publicó Gas Powered Jesus, su álbum de debut y desde entonces no han parado de tocar por todas partes tanto en Asturias como fuera de ella. Sin duda alguna son la banda asturiana que más kilómetros de carretera ha hecho en el último año. Sí, alguno pensará en WarCry, pero los kilómetros de los grandes de Asturias son más de avión y sus horas de viaje más de arrastrar culo por los aeropuertos.

El sonido de Soldier se me antojó mejor que el de las anteriores bandas. Sobre todo había encontrado a Human y Pandemia muy altos de volumen. Con Soldier me encontré más a gusto en ese sentido. Los carbayones dieron todo de si, sabiendo que a esas horas los presentes ya estaban más pendientes de la salida de Muro que de su música. No les afectó y dieron todo. Bien.

Y por fin llegó el esperado momento, la salida al escenario de Silver, Largo, Julito y Lapi, los MURO de siempre, los originales, los del Acero y Sangre. Treinta años habían pasado y allí estaban, atacando con El Cuarto Jinete seguida de Juicio Final antes de darnos las buenas noches. El público no era abundante pero si tenía pinta de que venía con muchas ganas. El “este Muro no se cae” comenzó a corearse desde entonces y fue constante durante la noche. 

Con clásicos como Maldición de Kcor, Traidor o Epílogo el éxito estaba garantizado. Lo sorprendente era ver a muchos en las primeras filas cuyas caras delataban que en el año de publicación de esas canciones aún no habían nacido, mientras que un poco más atrás estábamos los que disfrutamos de ellas en la adolescencia. Tanto unos como otros nos desmelenábamos (los que aún conservamos cabellera) esperando que aquello no tuviera fin. Julito está igual que cuando tenía veinte años y Lapi también, con el mismo corte de pelo aunque con algunas canas. A Largo le ha castigado un poco más el tiempo.

Mata, Tras el telón, Sólo en la oscuridad, Ciclón, iban sonando todas las favoritas y también alguna nueva como Otra Batalla, reclamando como siempre la ayuda a la banda comprando el disco que se ofertaba en la parte de atrás de la Quattro a precio asequible como todo su merchan y la lado del de otras bandas como Human y Soldier, aunque la verdad, no vimos mucho movimiento por allí cuando acudimos a comprar nosotros.

En el bis llegó la esperada y reclamada La Voz, su homenaje a Ronnie James Dio incluido en El Cuarto Jinete que en nada se ha convertido en un clásico del cuarteto, también el Fast As A Shark. Para cerrar un Mirada Asesina que se alargó muchísimo gracias a los cánticos del público entregado que no cesaban. Ni Silver, que durante toda la noche exhibió un estado de voz envidiable tras tantos años, lograba acallar los gritos de la gente cantando aquello de “mirada asesina, mirada que hace temblar”. Habían sido muchos años de no poder cantarla, había que desquitarse. Lo hicimos con ganas. Deuda saldada. Geniales los cuatro, que no pasen otros quince años, por favor. Este Muro no se cae. Os esperamos.

© Larry Runner 2013