martes, 17 de septiembre de 2013

Diario de un Metalhead. Capítulo XXV: Helloween & Me.



By Larry Runner.

Conocí a Helloween en plena adolescencia. Fue con el primer EP, pero pronto nos hicimos con el "Walls of Jericho". Rompían la pana. Acabábamos de descubrir aquello que llamaban Speed Metal y nos encantaba. 

Siempre que escucho ese disco, a mi mente vienen imágenes de aquellos días, de aquella fiesta heavy en el Bar El Chiringuito durante El Cristo de Turón, con Carlos ejerciendo de DJ, disfrutando con mis amigos de la época: Jorge, Julio, Jero, Fredo ...

Luego llegó el “Keeper of the Seven Keys”, el primero. Por entonces se lo regalé ya a la que entonces era mi chica y hoy es mi esposa. Compré dos, uno en vinilo azul que hizo las veces de presente de cumpleaños y otro en versión picture disc, que fue con el que yo me quedé. Era y es una joya, un disco imprescindible, indispensable en la discografía de todo metalhead que se precie. María llevaba a Kiske en su carpeta y yo a Kai Hansen. Éramos y seguimos siendo fans de la banda y esos vinilos se conservan en casa como auténticos tesoros. Los cambios en la banda no me importaron y consiguieron que a mi chica le empezasen a gustar.

Más tarde vino el segundo de los “Keeper”, que como era obvio también nos enganchó. Ése ya me lo compré en cd. Uno tras otro fueron saliendo discos y todos ellos están en nuestra estantería, originales, unos en vinilo, otros en cd, y otros en los dos formatos, aunque no todo fueron días de vino y rosas con el grupo.


“Pink Bubbles Go Ape” y “Chameleon” nunca me gustaron, y casi hasta celebré que Kiske se largara de la banda. El tiempo pone a cada uno en su sitio, y a día de hoy sigue sin ser santo de mi devoción. Afortunadamente entró Andi Deris, al que admiraba ya de Pink Cream 69 y con “Master of The Rings” lo volví a gozar.

Desde entonces ya no les he perdido la pista, sus discos y dvd’s han pasado uno tras otro a engordar aún más nuestra larga colección. “The Time Of The Oath” y “Better Than Raw” con el “I Can”, una de mis favoritas de la banda de todos los tiempos son discos que escuché muchísimo.


Años más tarde ejercí como runner personal de Andi Deris. Tengo un recuerdo muy grato de aquel encuentro con uno de mis ídolos. Amable hasta el límite, encantador, y esforzándose en hablar en español para que no tuviera que romperme la cabeza con el inglés. Todo era por favor y siempre daba las gracias. Guardo un póster suyo dedicado e incluso la toalla con la que abandonó el escenario  aquella inolvidable noche.

Desde entonces me emociono cada vez que escucho “The King For a 1000 Years” y siempre que he tenido oportunidad he viajado para volver a verlos, ya fuera en España o incluso en su país, Alemania.

Ahora estoy feliz por volver a tenerlos en casa, en Asturias y además en mi querida capital, en Oviedo. Vienen con un discazo bajo el brazo “Straight Out Of Hell” y harán variar mis vacaciones para poder verlos.

Helloween al lado del Carlos Tartiere, no se puede pedir más. Será una noche de emociones. ¡Puxa San Mateo! 


© Larry Runner 2013

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