Por Larry Runner.
Es realmente complicado para alguien como yo, escribir una reseña de un disco como "Que Nadie Se Esconda", el álbum de debut de los asturianos LYCOSA TARÁNTULA. No soy un gran aficionado a la música del estilo de los de Castrillón, no suelo escuchar música complicada como la que ellos practican, y cuando uno se topa con un disco con tantos matices como el de Lycosa Tarántula, se le hace muy cuesta arriba tirarse al teclado e intentar transmitir a los demás lo que aprecia en un trabajo así. Que nadie se esconda dicen, ¡como para no esconderse!
Uno se acojona y teme no estar a la altura, y la responsabilidad aumenta más aún cuando el disco además es de gente cercana como ellos. Si fuera el cd de unos fulanos de mas allá de los Pirineos no habría ninguna responsabilidad interior, pero recordemos que Lycosa Tarántula son de casa, y cercanos, más aún desde que pisaron Radio Ujo hace unas semanas, nos entregaron en mano su fabuloso digipack y se ganaron nuestro afecto.
Si, porque han puesto el mayor de los mimos en su trabajo, viene en un digipack en el que el libreto va integrado, dándole al continente de la obra un aspecto que trata de estar a la altura del contenido. A pesar de ello, el disco es tan bueno que lo guapo y lo fino del box no está a la altura. ¡Y mira que está guapo el diseño!
Once son los peculiares cortes que conforman este autoeditado "Que Nadie Se Esconda", un álbum para mentes exigentes con el rock. Un disco poco habitual no ya dentro de Asturias, si no incluso en el ambiente estatal. Las canciones van cargadas de cambios de ritmo, y la más corta roza los cinco minutos. Todas ellas son una complejidad lo suficientemente grande como para que se salgan de lo cotidiano y de lo que nos llega habitualmente.
Me gusta muchísimo la forma en que tratan a las guitarras, con dureza pero sin pasarse, recreándose en el virtuosismo pero sin perder la musicalidad, sin aburrir y por supuesto sin dejar de ser rockeras. La voz de Dani Fernández le da al grupo el aire asequible a oídos poco acostumbrados a grupos del estilo, y hace que su sonido tenga cierto aire pop. Todo está cuidado con detalle y sigue la batuta de los ritmos marcados por Jose Mora tras los tambores.
De los once cortes del disco destacaría "Virtual", que abre un álbum cargado de atmósferas. Le dan cuerda al reloj y arrancan con rapidez y con un bajo que suena, como a mi me gusta y con un estribillo fácil, para que te enganches a la canción. "El estúpido gesto", con esa mezcla entre acústico y eléctrico que la hace tan especial y ese rollo a lo Pearl Jam. "La inyección" que tarda en arrancar, que se hace esperar, pero que luego tanto aporta. "Combustible" con sus guitarrazos y esos cambios de ritmo que seguro que la complican enormemente en el directo. "Escombro y soledad" con su tranquilidad, su caña controlada en la parte central y por supuesto sus distorsiones. Y claro, destacaría sin duda también la final "No tengas miedo a los disparos", que tanto me recuerda en el final a "mis Irons".
En definitiva un muy buen trabajo, de sonidos limpios logrados en los Tutú Estudios de Avilés y masterizado también en Asturias por Kike Sanchís. Uno de esos discos de los que comentas cuando estás con gente de fuera y sacas pecho orgulloso de que sus protagonistas sean de tu tierra. Enormes. Ahora falta que la gente lo entienda, eso es otra historia y ahí poco podemos hacer. Me temo que pueden llegar a ser otro de los grupos malditos del rock español como Estirpe. Uno de los discos del año.
Tracklisting:
1. Virtual
2. Microscópico
3. Combustible
4. El primer intento
5. La Inyección
6. Pirámides
7. El estúpido gesto
8. Escombro y soledad
9. Laberintos de la razón
10. Brújulas
11. No tengas miedo a los disparos
Line-Up:
Vito: Guitarra
Jose Mora: Batería y coros
Dani Fernández: Voz y acústicas
Fer: Bajo
Villar: Guitarra
© Larry Runner 2013.
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