jueves, 4 de octubre de 2012

GAUNTLET: Sala Acapulco, Gijón. Sábado 22.09.2012. Crónica y fotos.


Texto y fotos: Larry Runner

Habría sido más fácil cancelar. Cualquier otro lo hubiera hecho. Problemas con la sala y una fecha que no podía ser peor, pero está claro que a esta banda nada les echa para a atrás.

Ni una persona tan optimista como yo pensaba en que fuese a haber buena entrada. La actuación, fijada en pleno fin de semana de Fiestas de San Mateo en Oviedo no me parecía la más acertada. Probablemente una de las peores del año, sobre todo teniendo en cuenta que era justo al día siguiente de la Noche Grande en la Capital, en la que además este año actuaba de forma gratuita WarCry.


Si además tenemos en cuenta que la promoción se basó prácticamente en el facebook, con solo algunos medios locales dando un poco de cancha a la actuación (entre ellos el nuestro) el desastre se podía intuir. De hecho creo que Diario de un Metalhead fue el único que acudió a cubrir el concierto para realizar la consiguiente crónica que en este momento estás leyendo. Sea como fuere, estaba claro que Gauntlet tenía ganas de venir a Asturias y que iba a llevar a adelante la fecha contra viento y marea. Así que nos presentamos en Gijón casi arrastrándonos, ¡la dura vida del metalhead! No llevábamos ni doce horas de descanso y estábamos otra vez en marcha.


Solo nuestro amor por el heavy metal nos hizo levantar de la cama y coger el coche para viajar a Gijón. La banda invitada, MEISTER, de Vegadeo, tampoco encajó. Su rollo de versiones y de rock nirvanero no es el ideal para los amantes del metal.

Pero no todo va a ser negativo en esta reseña. Algo digno de elogiar y que no suele pasar desgraciadamente en esa sala, es que GAUNTLET sonaron bien. Por una vez disfrutamos de un concierto en la Sala Acapulco con un sonido aceptable. El esfuerzo se vio recompensado.


Los pocos asistentes disfrutamos de un buen concierto en el que extrañamente comenzaron con un tema de su nuevo trabajo, pero no con el primero como se acostumbra a hacer, si no con el quinto "My Dying Breath", y es que con Gauntlet no te vas a aburrir, siempre te van a sorprender.

Impacta su inetiquetable última obra "Stubburn", de la que se vanaglorian con razón. Hace unas semanas Daniel Millán, guitarrista del grupo, pasaba por nuestro programa de radio y con él comentábamos ese detalle. Su música es una amalgama de sonidos, una fusión de estilos que quizás les hace ser un grupo difícil de escuchar, pero que si les prestas atención, si les das la oportunidad, te engancharán.


Tanto se enorgullecen de "Stubburn", que prácticamente el concierto se basó en el disco, que interpretaron al completo. A la inicial y citada  "My Dying Breath" le siguió "Feed the worms" y uno tras otro fueron sonando todas las canciones del lp, aunque no de forma continuada, intercalando durante el show hasta cuatro cortes de otros discos. Personalmente agradecí el detalle. Para mi Gauntlet son una banda casi nueva, lo tengo que reconocer, porque aún no les había pillado el tranquillo, no les había dado esa oportunidad que merecían.

Su "What Doesn't Kill US" acaparó casi el resto del repertorio con tres temas. Sus difíciles riffs aniquiladores fueron recibidos con frialdad en esas primeras canciones, pero a medida que pasaban los minutos todos nos íbamos viniendo un poco arriba, aunque el ambiente no invitaba demasiado.


Todos cumplen con su papel con creces, pero destacaría sobre todo el trabajo guitarrero, que cuando te paras a analizarlo con un poco de detenimiento te hace pensar en muchos de los guitar-heroes más grandes, con esa referencia a Dimebag Darrell casi omnipresente. Eché en falta un poco más de cercanía con el público por parte de Miguel Rocha (guitarra y voz), aunque la verdad, el ambiente tampoco invitaba.

A pesar de que probablemente no nos lo merecíamos demasiado, todavía tuvieron tiempo para el detalle de ofrecer un bis, un extra en plan regalo para el escaso público. Fue el "Aesthetics of Hate" de Machine Head. Pocos se atreven como ellos.

En definitiva escaso público pero fiel. Lo siento por los que se lo perdieron.

© Larry Runner 2012.

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