miércoles, 5 de septiembre de 2012

TEKSUO: Threnos (Autoeditado, 2012.)


Me convertí en un gran fan de TEKSUO tras escuchar “Jiang - Shi”. Si bien la actual banda no es originaria al cien por cien de Turón, sí que el germen surgió allí, y saber que en el lugar en el que te has criado y aún vives, todavía nace gente con talento y capaz de crear cosas buenas sirve para que te sientas orgulloso de ser de donde eres.

En la batería, Constan Mortera, uno de los más grandes que ha dado Turón aunque en su pueblo muchos no lo sepan. No puedo evitar cada vez que le veo que a mi mente vengan cantidad de recuerdos de infancia cuando jugaba con su tío tristemente fallecido hace unos años. No es que seamos amigos, la diferencia de edad es muy grande y nunca hemos tenido demasiado roce, pero es de esas personas con las que te sientes a gusto cuando charlas, quizás porque haya recibido en los genes solo lo bueno de su familia. Sea como fuere, es de esos que te hacen sacar pecho diciendo “es de Turón”.

Constan no solo se encarga de la batería y de las programaciones, también tiene protagonismo en la composición, aunque no firma ningún tema, son aún de esos grupos donde las canciones se firman en conjunto. Además de esas “nimiedades”, se ha encargado de grabar, mezclar y masterizar. Con lo cual “Threnos” ha sido para él más duro que un parto. Un trabajo de muchos meses, de muchas horas, de muchas noches sin dormir. El tiempo dirá si todo eso le ha merecido la pena, pero si así no fuera, le tendría ya que importar poco. Si yo fuese el responsable de haber creado un disco como éste, el orgullo no me cabría en el pecho.

Y eso que Teksuo han cambiado mucho. Muchísimo. Tienen bien poco que ver con los Teksuo de “Jiang - Shi”, y no ya por los cambios en la formación, eso es casi lo de menos, aunque todos sabemos que cambiar al vocalista siempre es bastante traumático, pues la banda suele cambiar de personalidad, salvo que el sustituto sea un clon, cosa que para nada ha sucedido en Teksuo.

Diego llegó procedente de Monasthyr. Allí tocaba la guitarra y desaprovechaba su talento vocal haciendo algunos coros. Entró en Teksuo y va a sorprender a todos los que escuchen el disco, aunque a quien primero dejó boquiabiertos fue a sus nuevos compañeros sin duda alguna. Y es que el trabajo del novato es sobresaliente. Puede gustarte su estilo metalcore más o menos, puede que ese continuo cambio de voces de gutural a melódico te agrade poco o nada, pero igualmente tendrás que reconocer que el tío lo hace de puta madre.

Sí, dije metalcore. Alguna etiqueta había que ponerle a esto aunque a los músicos a veces no les guste. Pero a día de hoy no se ha inventado nada mejor para dar una idea de por dónde van los tiros de un grupo en esto de la música. Eso sí, en las canciones he encontrado cosas que me han recordado muchas veces a In Flames y en ocasiones a otras cosas muy diferentes, como comentaré luego en detalle. 

“Threnos” no tiene absolutamente nada que ver con el anterior disco. La banda ha dado un importante giro a su música. Si bien sus comienzos fueron bastante extremos, con la edición del primer disco pasaron a moverse en terrenos del death melódico en su vertiente más dura. Ahora con “Threnos” han entrado de cabeza en ese amplio océano en el que se ha convertido el metalcore. El disco suena de maravilla, las canciones son buenas, pero en mi humilde opinión el cambio les ha hecho perder personalidad. Antes pinchabas a Teksuo y sabías que eran ellos. Ahora te costará más diferenciarlos de otros muchos grupos del estilo.

Su música es una mezcla metalcore-death melódico con matices. Si te gustan estos estilos el disco te alucinará, pues no hay temas flojos, salvo quizás el último “The Black Door”. Todos siguen una línea común, unos moviéndose en tiempos más rápidos y otros imprimiendo un poco menos de personalidad, pero todos con un mismo perfil. Si no te da más por esos estilos, probablemente el disco se te pueda hacer largo. 

Las guitarras suenan duras pero limpias, en onda death melódico, muy Gelotte-Strömblad, el trabajo es excelente en ese aspecto, con unas rítmicas intensas pero llenas de melodía, yo les habría dado algo más de fuerza. La dureza de la música viene únicamente marcada por la voz gutural de Diego. Cuando canta con voz limpia la fiereza se pierde y dejan de ser extremos para ser una banda completamente asequible para cualquier oído. La voz es la que le marca el camino metalcoreta.

El disco comienza con un “Pillars of creation” un estallido sonoro, melódico a tope y que puede gustar a cualquiera, con una parte al final muy a lo “In Flames”. Tras el suave comienzo, llega el que se podría considerar single “Toxic Legacy”, un gran tema, que te encantará si te gusta el rollo que llevan. Llegados a éste punto si no te va la historia, olvídate de seguir escuchando, porque además en estos dos primeros cortes no encontrarás un solo de guitarra. Tranqui, tranqui, no te asustes.

Eso llega en el tercer corte “Redshift” que así de primeras se ha convertido en mi favorita. El solo es corto, pero encaja bien en la canción, no va excesivamente forzado y da brillantez al rapidísimo tema, que suena muy In Flames con esos samplers de fondo en algunos pasajes. Lo mismo pasa con “Magnetic Monster”, el solo una vez más es muy corto. Da la sensación de que no apetecía demasiado introducir solos, quizás porque los temas no lo exijan tampoco y el meter unos solos largos y forzados podrían hacer perder el ritmo a las canciones además de alargarlas en exceso, algo que afortunadamente no ocurre, pues el tema más largo, no llega a cinco minutos.

“Pray For Your Remorse” con un toque algo vikingo a lo Amon Amarth es la más corta del disco y lleva un solo muy del estilo. Quizás sea la más heavy del disco. Le sigue “Hosting The Sadness”, que sí que incluye un solo de los de verdad, largo, lucido, incontestable, el mejor del disco.

“For You” va ganando velocidad a lo largo de sus cuatro minutos y desemboca también en otro solo, apartando de mi definitivamente los fantasmas que me inundaban cuando llegaba al segundo corte “Toxic Legacy” y no veía que la guitarra tuviera protagonismo.

“Symmetry Of Chaos” tiene una parte de malotes muy dura, durísima, aunque enseguida vuelve al redil, a la melodía y a la voz limpia, a la melosidad, aunque por un momento pisa terrenos black. No os asustéis es cosa de segundos.

Si hay un tema que me sorprendió fue “Rising Tide”, excesivamente producido y con una parte de teclados ajena a todo el resto del disco y una melodía hard rock, mas digna de Journey que de cualquier grupo de este estilo. Todo lo contrario que “Alien Syndrome”, una de las más cañeras del disco, de ritmo vivaz, de batería fuerte. Intensa. Caña de verdad.

Podrían entrar en el grupo de grandes del momento de nuestro país. En el mismo saco que grupos como We All Fall, con los que compartirán cartel en esta gira, Breakdown Collapse o los canarios An Endless Path, pero con menos fiereza que los tres citados. El gran trabajo en la producción le da nuestra cuarta estrella. Exquisita elaboración. Si bien fui reticente con el trabajo de entrada, y que hasta sentí “miedo” cuando escuché alguno de los adelantos, al final me tengo que quitar el sombrero, que no la gorra, y decirles que el disco es cojonudo.

Made in Asturies.






© Larry Runner 2012.

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