sábado, 8 de septiembre de 2012

Road Report: Benidorm Rock City


Por Larry Runner.

Benidorm Rock City. Alguno se estará descojonando al leerlo, pero estoy seguro de que en ninguna parte de España se puede vivir tanto el Rock, así con mayúsculas, en directo como en la Capital del Turismo de la Costa Blanca.


Y es que habrán sido muchos los que hayan estado allí pero hayan malgastado sus noches en ir a baretos de moda, con música de la que dicen no escuchar en casa y pagando copas de mierda a precio de buena bebida. Pobres de ellos por malgastar así sus días de vacaciones con la cantidad de alternativas que ofrece la ciudad. Si te sabes mover lo puedes pasar estupendamente a base de rock. Esta es la crónica de un día cualquiera de Septiembre en "Beni-York".

Salimos de casa sabiendo que en el Rock Star había un concierto anunciado. ROCK STAR es un enorme rock bar situado en pleno centro de la ciudad, en la Calle Gerona, con tres plantas y una gran terraza donde el rock y el heavy metal se dan la mano y suenan sin parar, aunque dependerá del DJ de turno que te lo pases bien o no. En alguna ocasión hemos coincidido con un gafapastero que nos amargó la velada pinchando basura. Un bonito cartel con LAZY BASTARDS y GIPSY CASINO estaba colocado en los paneles de la entrada.

La programación del Heart Break Hotel en nuestro iPhone

Era temprano, así que había tiempo de sobra para tomarse una cerveza antes de ir a ver ningún concierto. Había varias opciones: el BackStage, el HeartBreak Hotel, el Daytona y, por supuesto, nuestro siempre querido Home Of Blues ... Nos dirigimos a la parte norte de la ciudad y entramos en un bonito local llamado JAIL ROCK. Todo de madera, espacioso, con un pequeño escenario y adornado con cuadros de Motorhead, Judas Priest, etc. La música a esa hora, las ocho de la tarde, no era demasiado metalera. Mientras tomábamos nuestra primera pinta de cerveza sonaban algunos hits británicos de tiempos pasados. En honor a la verdad, parecíamos ser los únicos españoles presentes en el bar. 

El BackStage, otro Rock Bar con olor a metal, cerca de la Zona 9

Cuando llevábamos media pinta consumida, se suben al escenario dos viejos rockeros. Dos señores de más de sesenta años de brazos tatuados, de esos en los que quisieras verte reflejado el día de mañana cuando piensas en tu jubilación si es que los gobernantes de este país te permiten llegar a ella algún día.


El dúo en cuestión se hacían llamar CHEROOT & ZIGGIE y actúan casi cada noche en el bar. Ellos tributan estupendamente a los míticos THE EAGLES. Llevan la música grabada pero la voz es en directo. ¡No veas cómo cantan los condenados!. Desde la inicial “Take it easy” nos encandilaron. Por cierto, tras cantar esa primera canción fueron preguntando a la audiencia, casi medio centenar, su procedencia. Fueron citando lugares: Inglaterra, Gales, Irlanda, Irlanda del Norte, Escocia ... Estábamos rodeados por apenas media docena de ingleses y un buen montón de compatriotas de William Wallace. Viendo que no contestábamos a ninguna de las nacionalidades que iban citando nos preguntaron directamente. A nuestra orgullosa respuesta de “Asturias” contestaron con un “Asturias, in the North”. Se nota que en Europa hay cultura. No me quiero imaginar la respuesta si hubiesen sido americanos.

Cheroot & Ziggie, Tributo a The Eagles en el Jail Rock

Tras varios temas y siempre acompañados de nuestro buen amigo Paco, bajista de los powermetaleros alicantinos DELIRION, doblamos la esquina para dirigirnos a otro lugar en el que no paró de sonar la mejor música durante toda la noche: el Waikiki.


El WAIKIKI no tiene pinta de rock bar. Más bien tiene pinta de bar de copas para pijos. ¡Pero no veas qué música pinchan! Aerosmith, Guns N’ Roses, Poison, Thin Lizzy ... ¡y venga otra pinta! El bar no es unicamente genial por la música, sino que además ofrece otras buenas opciones de ocio, aunque nunca me ha gustado lo del billar. Es de noche y hemos venido con vaqueros, pero si nos hubiésemos plantado de bermudas podríamos haber disfrutado de la piscina del patio trasero. Alucinante. Un local grande, calculo que apretados podrían entrar, de ser necesario, hasta doscientas personas.


Nos íbamos a quedar un buen rato. WHITE COAST REBELS, banda internacional local, saltaban sobre las nueve y media de la noche al escenario pero en formato de trío.

A la batería el británico Dave Gold. Al bajo Rob Wolf, ex- Cains Dinasty, también conocido por haber pertenecido a la banda de black metal Gothmog y a la guitarra y voz Jon Hellraizer. Hicieron pasar a todos un buen rato a base de versiones. Música de The Black Crowes, Guns N’ Roses, Judas Priest, Saxon, etc. Incluso algún tema pop transformado en rockero. Brutal la versión de 4 Non Blondes.

Casi al final se incorporó Chronos Monos el bajista real de la banda a la guitarra para dar un respiro a Jon y tocarnos una estupenda versión del “Walking by Myself” de Gary Moore. Nos lo hicieron pasar bien e incluso aceptaron peticiones del respetable. La liaron parda cuando accedieron al capricho de una mujer mayor británica con su petición:  “Livin’ on a prayer”. Con bastón incluído la señora llegó incluso a subir al escenario, dar besos a todos los músicos e incluso meter mano a Jon. ¡Las risas que nos echamos!

White Coast Rebels en acción

Pero lo mejor de la noche aún estaba por llegar, WHITE COAST REBELS iban a salir de nuevo al escenario, pero ahora ya en formato serio, como cuarteto y cada uno con su instrumento, con Rob a la guitarra solista, Chronos al bajo y Jon a la rítmica y voz. 

Nos ofrecieron un concierto con su set-list habitual, con sus propios temas. Canciones como “Psycho” o “Lurv” arrancaron aplausos de un público más abundante que en su anterior pase como banda de versiones. Geniales. Y las pintas de medio litro a dos euros durante la actuación.

Son buenísimos. Rob en la guitarra es una fiera desatada que junto con Jon y Chronos, tan sumamente conjuntados y tienen tantísimas tablas encima, que una sola mirada sirve para comunicarse. Espectacular el show que ofrecen y que van paseando por los locales de la zona día si y día también.


Costó arrancar del Waikiki. Tras reponer fuerzas con una rica hamburguesa en un local cercano fuimos hasta el ROCK STAR a tomar la última. Lo hicimos escuchando White Lion, Bon Jovi, Judas Priest, Kiss... una excelente forma de terminar una noche para recordar. Y eso que era una noche cualquiera. Al final nos liamos con los WHITE COAST REBELS y no vimos el concierto de la RockStar, pero es que no se puede estar en todas partes. ¿Verdad?

© Larry Runner 2012.