Texto: José A. Ruiz.
Fotos. Sergio Blanco.
Grandes colas me esperaban a la puerta de Santana 27 en Bilbao para ver la esperada gira de Opeth con Pain of Salvation de invitados especiales, la expectación no podía ser menor dado que juntar a dos grandes del progresivo en una gira no es algo precisamente fácil y menos por estos lares.
Comenzaba Pain of Salvation su show con muchísima gente fuera, cosa que no es que sentase muy bien a los presentes, además teniendo en cuenta la poca duración del mismo, hubo quien se quedo con las ganas de ver a la banda de Gildenlöw. Presentaban su ultimo disco, la segunda parte de su Road Salt y evidentemente basaron su set en éste. Comenzaron el concierto al igual que el disco con “Softly She Cries”, que debido a lo dicho anteriormente no acabo de entrar muy bien en el (frío) publico que ya estaba dentro de la sala. Ashes en cambio, fue el punto de inflexión del concierto, su clásico del “The Perfect Element” hizo vibrar a la gente dando paso a los que para mi fueron los dos mejores temas de su concierto, “Conditioned” y sobre todo “1979”, donde Johan Hallgen en su ultima gira como guitarrista demostró la potencia vocal que tiene aparte de su buen hacer con las 6 cuerdas. “To The Shoreline” y su conocido “Linoleum” completaron un gran directo, corto pero gran directo.
Personalmente era la primera vez que iba a ver a Opeth en sala, fuera del ajetreo y los problemas que suelen dar los festivales y la verdad a mi no me defraudaron. Y digo a mi, porque la gente no salió muy contenta con Åkerfeldt, debido a la tranquilidad del set-list.
Comenzaron desgranando su “distinto” “Heritage” con “The Devil´s Orchad”, single del disco y un tema con grandes toques de progresivo setentero, que si bien es cierto que a la primera te suena raro, finalmente acabas cogiéndole el gusto. “I Feel The Dark” fue la que siguió dando a entender ya que el concierto no iba a ser muy duro que digamos, cabe destacar en esta canción lo bien que ha encajado en el grupo su nuevo teclista Joakin Svalberg, al que le ha tocado la buena papeleta de hacer olvidar a Per Wiberg.
Tras la pequeña introducción a “Heritage”, volvíamos unos años atrás, hasta “Still Life”, mejor disco para mi de los suecos, que nos hacían disfrutar de su “Face of Melinda”, especialmente con su final eléctrico, una maravilla para los oídos. La gente reacciono bastante bien a este disco, cosa que los dos anteriores no acabaron de hacer, como decía supongo que la audiencia esperaba ver algo antiguo sin darse cuenta que realmente lo que venían a presentar era lo nuevo.
Primer gran momento de la noche, comenzaba el duro riff de “Porcelain Heart”, buen sonido, conjunción estupenda, enorme solo de batería y sobre todo uno de los mejores descansos de la discografía de Opeth, una parte lenta y sentida que hizo las delicias de la gente y las mías propias claro. “Nepenthe”, quinto corte de Heritage fue la introducción a la parte acústica del concierto, con Akerfeldt y Åkesson sentados sonaron la desconocida para muchos “The Throat of Winter”, incluida en un conocido videojuego, la aplaudidísima “Credence” de “My Arms”, “Your Hearse” y “Clousure”, que como su nombre indica cerraba la parte acústica. Cabe destacar el final de ésta última, ritmos muy latinos en un grupo escandinavo, algo bastante curioso.
Akerfeldt siempre nos tiene acostumbrados a sus coñas entre canciones, el otro día no fue menos, pero la presentación de “Slighter” fue distinto, gran homenaje a todos los grupos con los que creció, nombro a Judas Priest, Iron Maiden, Black Sabbath, Pink Floyd y sobre todo a Rainbow, donde se paró para decir que este corte lo hicieron pensando en la memoria de Ronnie James Dio y que en Bilbao, no iba a ser excepción, así que también se la dedicaron. Tres minutos intensos de caña con unos aires muy Rainbow y un Akerfeldt rayando a una gran altura vocalmente hablando. Se me ocurren pocos homenajes mejores a un grande como Dio.
Slighter marcó el principio de la mejor parte del concierto de Opeth. “A Fair Judgement”, el medio tiempo de “Deliverence” fue de lo mas aplaudido de la noche, ejecución perfecta de una compleja canción, diez minutos llenos de cambios de ritmo, como ya he dicho de lo que mas gustó a la gente escuchando las impresiones después del show.
Esto llegaba a su fin y no podía ser de mejor manera, “Hex Omega”, ya acostumbrada a cerrar los conciertos, dejo bastante claro lo bien que entro “Watershed” a los fans hace un par de años y éstos lo demostraron con creces coreando el tema entero. Tras el (largo) parón, salieron a tocar una última (se echo de menos el “otres tres” típico asturiano), el honor de cerrar un gran concierto fue para “Folklore”, extraño tema de “Heritage” pero uno de los mejores de su ultimo disco sin lugar a dudas.
En resumen, un concierto íntegramente cantado en voz limpia ya que según el propio Akerfeldt, si seguía haciendo giras con guturales no aguantaría ni dos años mas. Esto último es lo que debería entender el sector crítico de fans que esperaban un concierto mucho mas cañero. Grandes triunfadoras de la noche “Folklore”, “A Fair Judgement”, “Porcelain Heart” y sobre todo “Slighter”. Contando los días para volver a verles por aquí.
Fotos: Sergio Blanco (Wacken 2008)
Texto: José Angel Ruiz @josearuizp
© Larry Runner 2011.
