domingo, 9 de enero de 2011

Diario de un metalhead. Capítulo IX: Metallica.


El año 1992 siempre será recordado por la famosa olimpiada celebrada en Barcelona. Para mí fue un año muy importante. Fue el año en la que me incorporé al Ejército, en el que hice el por aquel entonces Servicio Militar Obligatorio.

Había pedido dos prórrogas por estudios, así que me incorporé a filas con 23 años. El alegar “asma” no me libró de la quema, aunque yo luego lo exploté bastante en el cuartel, y me sirvió de excusa para escapar de todo aquello que significaba esfuerzo físico.

Pasarse una hora desfilando por el Patio de Armas haciendo instrucción o tirarse toda la mañana corriendo cual descerebrado marine por la pista americana no iban conmigo.

El caso es que en aquel año de vida en León, en el que yo estaba condenado por el estado a nueve meses de reclusión sin haber cometido delito alguno, llegaban a España ni más ni menos que Metallica con su Black Album Tour.

Allí estaba yo con el pelo más rapado que nunca, maldiciendo en todo lo que sabía, porque los Metallica venían a Donosti y yo no podía ir. Lo comenté con algunos compañeros por el cuartel, y algunos hablaban de escaparse y a la vuelta comerse un mes de arresto, que la ocasión lo merecía. Eso no estaba mal, pero un mes entero sin salir de allí se iba a hacer muy duro, eso si no nos caían también una semana de calabozo. Había que inventarse alguna movida para ir a ver a Metallica “por lo legal” y con la bendición del Teniente o del Coronel si hacía falta.

La boda de alguien cercano me encendió la luz. Si tenías una boda te daban un día de permiso y el fin de semana correspondiente. Justo lo que yo necesitaba.

Así que inventamos una invitación, aunque fue mi chica quién lo tuvo que encargar en una imprenta. Pusimos la fecha del concierto y los teléfonos de casa. Ya teníamos invitación, ahora solo faltaba que el pez mordiera el anzuelo.

Con la invitación de boda en la saca pedí entrevistarme con el Teniente, la única vez en los nueve meses que allí estuve que pedí hablar con él. Puse cara de bueno y le vendí la moto. Necesitaba un día de permiso para ir a la boda de "mi primo" además del correspondiente fin de semana. Y funcionó. El jueves por la mañana ya estaba en el Alsa rumbo a Asturias. Metallica en el horizonte.

Una vez más, Jorge fue mi compañero de excursión. Esta vez lo teníamos más cómodo. El bus lo organizaba Viti y salía de Mieres. Míticos tiempos aquellos en los que los metalheads mierenses éramos capaces de llenar un bus de 50 plazas para ir a un concierto.


La entrada

Llegamos a Donosti, un súper y a beber Long John. Libertad. Había que celebrarlo.

En aquel tour, Metallica habían incorporado un foso al que le pusieron el nombre de “Snake Pit” (foso de las serpientes). El escenario no era un escenario normal. Tenía forma casi de pentágono, y en el espacio central 75 afortunados fans iban a estar viendo el concierto, rodeados por la banda, como prisioneros. A nosotros no nos tocó. La verdad es que a día de hoy sigo sin saber qué coño había que hacer para estar allí metido.




No había teloneros. Antes del concierto se proyectaba un video de la banda de 45 minutos, que acababa con imágenes emitidas directamente desde el backstage. Una forma nueva de ir calentando al personal sin falta de tener a ninguna banda de apoyo.

Entonces comenzó el vídeo, y tras echar el Long John por donde había entrado, me planté en la puñetera primera fila.


Con "Enter Sandman" estaba subido a la valla, en la primera fila de la parte izquierda del Snake Pit. Allí mismo, y ni corto ni perezoso saqué mi cámara de fotos y tiré un carrete entero del que apenas saló alguna decente.


"Creeping Death", "Harvester of Sorrow", "Welcom Home (Sanitarium)" ... cómo te lo voy a contar. 


"Master of Puppets", "Seek and destroy", "Whiplash", "One" "Am I Evil?" la versión del "Stone Cold Crazy" de Queen...


Mágica noche, con un Velódromo de Anoeta hasta la bandera. Me llegaron a ofrecer  25.000 pesetas de las de entonces por la entrada entrada. Ni por el doble.

Años más tarde conseguí el concierto en doble cd y por supuesto lo guardo como un tesoro. 

Inolvidable.



Set-list:
    Ecstasy of Gold (tape)
    Enter Sandman
    Creeping Death
    Harvester of Sorrow
    Welcome Home (Sanitarium)
    Sad But True
    Wherever I May Roam
    The Unforgiven
    Justice Medley
    Bass Solo
    Guitar Solo
    Through the Never
    For Whom the Bell Tolls
    Fade to Black
    Master of Puppets
    Seek & Destroy
    Whiplash
    Nothing Else Matters
    Am I Evil?
    Last Caress
    One
    Battery
    Stone Cold Crazy

© Larry Runner 2009.

Blog publicado originalmente y sin fotos en mi myspace en el año 2009.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que recuerdos Larry porque yo fuí al de Barna y muchas cosas de las que cuentas pasó ahí tambien, como que no habian teloneros, el foso etc... Fui con la gente de la sala ABRAXAS en un bus de mala muerte que no subia las cuestas (o casi)en la autopista jajaja, y tardamos creo que 7 o 8 horas para llegar.
Rene.

Leña dijo...

Malditos veteranos que pudisteis vivir aquello...Y podreis decir que yo al menos no tuve que hacer la mili. Pero lo cierto ye que me salvé por las prórrogas de estudios!