sábado, 18 de julio de 2009

METALLICA: Madrid 13.07.2009. Crónica



Hambrientos de Metallica. Así nos presentábamos Sergio Blanco y un servidor en la Capital de España. Yo había tenido la suerte de verlos dos años antes en Bilbao en la gira de St. Anger, para mi amigo Sergio era la primera vez y los iba a ver en un lugar inmejorable, desde el foso de los fotógrafos.

El Palacio de los Deportes estaba abarrotado, con un sold-out producido hace meses. Gradas y pista estaban llenas de gente para ver uno de los espectáculos más esperados del año. Metallica llegaban a Madrid con un escenario rectangular, colocado en el centro de la pista, en el que los músicos iban girando para que la totalidad de la audiencia pudiese contar con una presencia cercana, a diferencia de los escenarios normales.

Metallica llegaron a Madrid acompañados de dos teloneros de moda. Mastodon abrieron la tarde con un show de escasa media hora que no llegamos a contemplar por estar aún en las lentas colas de acceso al Pabellón. Luego Lamb of God dispusieron de algo más de tiempo, pero en ningún momento llegaron a conectar con una audiencia que les recibió friamente y que estaba claro que estaba allí para ver a Metallica, y todo lo demás que se le pudiera ofrecer antes no le importaba para nada. Para colmo, su sonido no fue nada bueno.

Por fin llegó la hora de lo importante, de lo que nos había hecho viajar hasta Madrid. La introducción “Ectasy of Gold", de Ennio Morricone hacía levantar a la audiencia los brazos hacia el cielo. Seguidamente los primeros compases de “That Was Just Your Life” sonaron grabados también como parte de la introducción para inmediatamente aparecer la banda atacando con este tema que sonó a gloria a la concurrencia. Entrada durísima, aunque enseguida nos dimos cuenta de que James Hetfield, que al final de la misma saludó con un grito a la audiencia de la noche, llegaba a la cita madrileña bastante limitado de voz. Interpretaron seguidamente otro tema de su nuevo álbum “Death Magnetic”. “The End of The line” fue la segunda de las seis canciones del disco que sonaron esa noche. Metallica ha publicado su mejor disco desde el “Black álbum” y está claro que venían a presentarlo con orgullo. ¿Quién necesita escuchar los grandes éxitos cuando tiene en las manos un álbum actual lleno de fuerza y calidad?

De todas formas los temas de álbumes anteriores no iban a quedar en el olvido. Los amantes de los clásicos de la banda podían estar tranquilos, también iba a haber una alta dosis de grandes hits. La que fue la séptima visita de la banda a la Capital de España recogió además de los seis temas de “Death Magnetic”, cuatro del “Black Album”, dos de “Kill ‘Em All”, dos de “Master Of Puppets”, dos de “Garage Inc.”, uno de “... And Justice For All” y solo uno de mi favorito “Ride The Lightning”.

Tras abrir el show con los dos temas novedosos, llegó la hora de la para mí más brillante de la noche “For Whom The Bell Tolls”. La audiencia de Madrid se volvía loca y coreaba el tema con fuerza. Un público sediento de Metallica, que no visitaban la ciudad desde el concierto del Estadio de la Peineta, allá por el año 2003.

“Holier Than You” y “One” fueron las siguientes “old stuff”, temas menos exigentes para la voz de James. En “Holier Than You” disfrutamos especialmente de Trujillo, es una canción en la que el bajo tiene un peso específico y donde el ex-Suicidal puede lucirse.

“One” comenzó con la habitual descarga de ruido de ametralladoras y fue coreada por el público desde el primer acorde. Los presentes a esas alturas de la actuación ya estábamos completamente entregados a los cuatro magníficos americanos. Quizás sea en “One” donde más se fije uno en Lars Ulrich. El danés brilla especialmente en este tema y a nuestra mente llegan las imágenes de sus pies en aquel fantástico videoclip de la canción que hemos visto tantas veces.

“One” el single de singles de la banda, la canción perfecta, daba paso a otros dos temas nuevos. “Broken, Beat & Scarred” fue interpretada con coros y dio paso a “Cyadine”. Los headbangers agitaban sus cabezas y con apenas media hora transcurrida las camisetas empezaban a sobrar. Especialmente brillante me sonó el solo de Kirk Hammet en esta canción, para mí el mejor momento de la noche del guitar-hero.


“Sad But True” y “Turn The Page” trajeron un poco de calma, hicieron disfrutar especialmente a la audiencia que los conoció en los noventa, y dieron un respiro antes de la llegada de los dos últimos temas nuevos de la noche “All Nightmare Long” y “The Day That Never Comes”. La banda se siente cómoda con los temas nuevos y en vivo suenan aún más agresivos que en disco.

“Master Of Puppets” iba a romper ya definitivamente con lo nuevo. Fue el tema reconocido con más pasión por la audiencia. Cantando de principio a fin por un público incondicional, que al menos, a nivel de pista donde yo estaba, no paraba de botar, cantar y volverse literalmente loco. Hasta los punteos de Kirk se coreaban con pasión. Tengo en mi cabeza las imágenes de las cabezas de las primeras filas agitándose con fuerza. Sin duda “Master Of Puppets” fue el momento cumbre de la noche. Está claro que la canción, con los años, se ha convertido en el himno de himnos de la banda, en el tema que no puede faltar en ningún concierto de Metallica.

Antes de que nos pudiésemos recuperar de la aniquiladora “Master Of Puppets” empezó a sonar la introducción de guitarras acústicas de “Battery”. El segundo tema del mejor disco de la banda sonó atronador. Los fans más veteranos disfrutamos de su momento en la mágica y cálida noche madrileña. Dos temas seguidos de “Master Of Puppets”, a mi mente venía el concierto de Bilbao de 2007. Aquella noche interpretaron el album completo de principio a fin. Aquella noche casi nos volvemos locos y viajamos a los ochenta. Hoy no nos hacía falta pensar en tiempos pasados, los seis temas de “Death Magnetic” habían sonado casi como los clásicos.

Tras la tempestad llegó la calma. “Are you still feeling good?” preguntaba James. “You should be feeling better now” afirmaba a continuación. “Nothing Else Matters” fue introducida brillantemente con un pequeño solo por parte de Kirk Hammet lleno de sentimiento, e hizo aparecer los teléfonos móviles. Seguro que muchos en ese momento se acordaron de la pareja y aprovecharon el momento para llamar a su ser más querido y poder compartir ese mágico momento. La balada de baladas sonó a música celestial.

El momento romántico se rompió inmediatamente ante la llegada del tema más famoso y más radiado de la banda a lo largo de su historia. “Enter Sandman” no podía faltar. Las imágenes grabadas en nuestra retina de todo el Palacio en pie cantando el tema no se nos borrarán jamás. Luego abandonaron las tablas.

En el bis llegó la versión de “Blitzkrieg”, el tema de la banda inglesa del mismo nombre, que nunca había sonado en Madrid en ninguna de sus seis visitas anteriores. Probablemente la banda de Leicester esté recogiendo más dinero por la versión de Metallica del que jamás recogiese por su trabajo directamente.


Para terminar, dos temas de de “Kill ‘Em All”. La veloz “Motorbreath” casi acaba definitivamente con nuestros cuellos. “Seek And Destroy” fue introducida con algunas palabras en castellano y con una arenga por parte de James Hetfield que hizo prometer a la audiencia cantar más alto que nunca en toda la noche. Hetfield a cambio nos prometió que saldríamos con una gran sonrisa en nuestras caras y así fue. “Seek And Destroy”, clásico de clásicos. Himno metalero por excelencia. La esencia del thrash metal. Se cantó hasta la extenuación y la audiencia quedó tan satisfecha que nadie más pidió ni una sola canción más. Se despidieron con un “Metallica ama Madrid” en Español por parte de Hetfield y algunas palabras más también en Español por parte de Trujillo.

En cuanto a lo extramusical, comentar que unos ataúdes que durante las actuaciones de los teloneros permanecieron en lo alto del Palacio, uno en cada esquina, habían bajado hasta escasos metros de las cabezas de los músicos para inundar de luces de láser el escenario. En más de veinte años de ver conciertos nunca había presenciado espectáculo de color igual.

Sudorosos, cansados, sonrientes y contentos abandonábamos el Palacio de Deportes. Por delante teníamos más de cuatro horas de viaje, era muy tarde y había que madrugar para ir a trabajar al día siguiente. Apenas íbamos a poder dormir dos horas esa noche, pero sin duda el esfuerzo había merecido la pena.

2009 está siendo un gran año para Sergio y para mí a nivel de conciertos. AC/DC, el Priest Live, la visita de Mötley Crüe, el Wacken con Heaven And Hell, etc, pero lo de Metallica a final de año probablemente vaya a ser el concierto del año. Difícil de superar.

Texto: Larry Runner

Editada originalmente en el blog de myspace el 26.07.2009

© Larry 2009.

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