lunes, 22 de noviembre de 2010

TURÓN METAL FEST 19.11.2010. Crónica y fotos


Primal Fear + Evernight + Blast Open
+ Hangin’ Balls + Hunger
Turón, Asturias
Viernes 19 de Noviembre de 2010
Entrada: ¡Gratis!

Turón, población situada en el corazón de las comarcas mineras asturianas, vivió su máximo esplendor en los años 60. En aquella época las cuencas mineras del Nalón y Caudal daban trabajo a más de cincuenta millares de obreros y el Valle de Turón, con sus muchas explotaciones carboníferas, era por entonces un Valle repleto de gente con dos enormes salas de fiestas, cuatro grandes salas de cine, infinidad de bares, etc. Lugares de ocio de los que disfrutaban sus más de treinta mil habitantes. Por aquellas salas de fiestas, con capacidad para más de un millar de personas, pasaron todas las estrellas de la época, Sirex, Formula V, Módulos, etc.

Con el fin de siglo, los gobernantes de este país, se fueron olvidando del motor carbonífero del norte, y fueron cerrando todos los pozos mineros. A día de hoy, lejos de recibir gente de otras provincias, Turón ve como lo mejor que tiene, los jóvenes más preparados, emigran a otras partes del país, siendo Madrid, Barcelona y el Levante los lugares a donde se dirigen la mayoría. El grueso de la población, mineros jubilados y sus familias, abandonaron Asturias rumbo de nuevo a sus tierras de procedencia, la mayoría extremeños y gallegos, y el censo se ha visto reducido a algo menos de 6.000 habitantes en todo el valle.

Con ese panorama, hace la friolera de quince años, nacía la Plataforma Juvenil de Turón. El puñado de jóvenes que la formaron en sus comienzos, lo hicieron con la ilusión y el afán de hacer algo por el pueblo. Los cines cerraron y las salas de fiesta también, las posibilidades de ocio eran nulas, ¿por qué no hacer algo? Nadie se lo iba a dar hecho, mejor empezar a mover el culo.

Desde entonces, las actividades han sido de lo más diverso. y se celebran a lo largo de todo el año. Talleres para jóvenes y adultos, teatro, exposiciones, cine, ediciones de libros y otras publicaciones, pequeños conciertos de todos los estilos, desde tonada asturiana a rock, etc. Reciben unas pequeñas subvenciones, a base de ir a llorar al Area de Juventud del Principado y al Ayuntamiento de Mieres, corporación a la cual pertenece el Valle de Turón. Con esas ayudas, gestionan todas las actividades y a la vez mantienen viva y con actividad la antigua Casa de la Juventud, siendo la única asociación juvenil del país que realiza dicha actividad por cuenta propia. En toda España, ninguna asociación juvenil de este tipo administra un edificio sin la ayuda de un político o un funcionario.

El escenario durante la descarga de Blast Open

Además, una vez al año, celebran una gran fiesta y tiran la casa por la ventana intentando llamar la atención del resto de Asturias. Es la llamada Semana de la Juventud, y este año llegaba a su decimoquinta edición.

Durante esa semana se suceden sin descanso y ocupando todas las horas del día, actividades de todo tipo lúdico y cultural. Este año ha habido campeonatos de futbol-sala, futbolín, X-Box, talleres de manualidades, proyecciones, charlas, coloquios, etc. El fin de fiesta lo pone siempre un concierto, que con el paso de los años se va haciendo más grande, aunque eso siempre dependerá del dinero con el que cuenten para el evento. En todos estos años, han pasado por esa mágica noche de fin de fiesta gran cantidad de grupos folk de la región, alguno también de fuera, muchos grupos de rock y metal asturianos como Dixebra, Skanda, Skontra, Teksuo, etc. Y con el tiempo, grandes nombres del rock y el heavy español como por ejemplo Obús, Burning, Barón Rojo, Def Con Dos o Sex Museum.



Pero este año la Plataforma ha ido más allá. Gracias a mover diversos contactos y a la voluntad de su presidente Miguel Prado por hacer algo gordo que diera mucho que hablar, la noche se convirtió de nuevo en una cita con el heavy metal, estilo no presente desde 2006. Primal Fear iban a estar en el pueblo y el hecho movilizó, no solo a los metalheads locales o de poblaciones cercanas, sino a todos los de la región y a algunos venidos de provincias limítrofes.

El acto fue durante toda la semana centro de atención de la prensa regional. Durante esos dias, los medios escritos hicieron referencias al festival y los miembros de la Plataforma vieron como eran solicitados para entrevistas desde webzines a televisiones locales. La misma mañana del concierto, una unidad móvil de la TPA, la Televisión Autonómica Asturiana, se desplazaba hasta Turón para entrevistas a Miguel Prado, el Presidente de la Plataforma, al promotor, e incluso mostrar el bus de gira de Primal Fear y entrevistar allí mismo a Matt Sinner. Antes de comenzar las actuaciones, la Plataforma ya había conseguido su propósito, llamar la atención y que se hablara de Turón.

El cartel de gira de los alemanes era de lo más llamativo: Madrid, Turón, Pamplona y Barcelona. Turón entre tres grandes ciudades, y curiosamente donde más público se iba a congregar. ¿El truco? Como todos los actos de la Plataforma, la entrada siempre es gratuita. Si, como lo oyes. Mientras en otras partes para ver a Primal Fear la gente se iba a rascar el bolsillo de lo lindo, aquí los iban a tener gratis. Los ingresos se esperaban sacar unicamente de la barra, y además para ello, los precios de las bebidas iban a ser de lo más popular, lejos de esas barbaridades que pagamos cuando acudimos a un festival o a cualquiera de las salas de conciertos dispersadas por el país. Un litro de cerveza 5 euros, lejos de los 10 ó mas que se pagan en otros sitios por un katxi (mini).

Así las cosas, los chavales turoneses montaron un cartel ambicioso. Primal Fear, Evernight, Blast Open, Hangin’ Balls y Hunger. Power, heavy, hard y thrash para la noche del cierre de la XV Semana de la Juventud.

A las ocho y media de la tarde, faltando solo una hora para el comienzo de la fiesta del metal turonés, no se veía un alma por la calle. Parecía un viernes normal, de esos en los que los pocos jóvenes que salen por la población, se toman unas copas en alguno de los bares más céntricos. Hora y media más tarde, cuando los locales BLAST OPEN saltaban al escenario, la gente congregada en el recinto del concierto, superaba ya casi en número al total de los que acudieron el año pasado a ver a las estrellas de aquel día, Sex Museum. Y los bares del pueblo hacían su agosto en un frío viernes de noviembre.


Blast Open abrieron la noche y contaron con media hora para intentar calentar el ambiente ante una audiencia que iba llegando muy escalonadamente, algunos de ellos en autobuses montados desde diferentes puntos de la región con motivo del evento. Interpretaron cinco temas propios y una versión para meterse a algunos nuevos fans en el bolsillo y conseguir el disfrute de los que ya tienen ganados a pulso sobre todo por sus anteriores conciertos teloneando a Habeas Corpus y Vicious Rumors. Terminaron con la versión del “Only” de Anthrax y la ya casi mítica “The Day Of Your Death” con la que cierran sus conciertos. Estuvieron bien, aunque el sonido esta vez no fue el mejor.

Continuaron la noche los zaragozanos Evernight, grupo que cubría todo el tour ibérico de los Primal como banda invitada. En contra tuvieron que prácticamente nadie les conocía, en eso contaban con ventaja los locales Blast Open, pero a favor tenían a la que probablemente sea una de las mayores audiencias que hayan tenido a lo largo de su historia. Comenzaba a llover y la gente se apretaba bajo la carpa. Si se calculaba que esta tenía capacidad para casi dos millares de personas, tenemos que decir que la presencia de público casi llegaba a esa cantidad. La gente se empezaba a apretar buscando el cobijo de lo que era ya una lluvia intensa en toda regla pero que no iba para nada a enturbiar la fiesta. Terminaron con una acelerada versión del “Future World” de Helloween. Estuvieron bien, aunque el sonido tampoco fue el mejor. En ese aspecto ya nos temíamos lo peor, pero a la hora de la verdad, con Primal, todo sonó perfecto.

Y por fin llegó el momento que todos esperaban, la subida a las tablas de Primal Fear. Lo hicieron un cuarto de hora tarde sobre el horario previsto. Tiempo cortesía de la banda para con la organización del evento, ya que cuanto más tarde comenzase, más tarde acabaría, y en ese tiempo la barra seguiría funcionando a pleno pulmón consiguiendo los valiosos ingresos necesarios para la amortización del evento. Aspecto que no todos los que acudieron a la cita parecieron entender.

Entrada gratuita, precios de risa, y la gente se pone a hacer botellón cuales pijos a la puerta de la discoteca. Luego nos quejamos de que en las salas se cobran entradas caras. Ni que los grupos no cobraran. Para colmo, lo único que no se permitía meter en el recinto era vidrio, las bebidas que fuesen en contenedores de plástico eran permitidas, y algunos ni siquiera eso querían respetar y no faltó “el listo” que coló alguna botella de cristal. Impresionante la falta de educación de alguna gente, afortunadamente de solo unos pocos. Como diría mi madre “no hay fiesta sin tarasca”, y desde luego no hay concierto sin imbécil. Pero bueno, entre casi dos mil asistentes lo natural es que hubiera algún estúpido, como en todas partes donde se congrega un elevado número de personas. Ojalá alguno de ellos lea esta crónica y se de cuenta de ello y vea que si todo el mundo hiciera como ellos el futuro del heavy metal, al menos en Turón, sería ya más negro que las camisetas que solemos vestir.

Sea como fuere, la fiesta no se enturbió en ningún momento, y a falta de quince minutos para la media noche, aparecían Scheepers y compañía sobre el escenario.

“Sign of Fear” como viene siendo habitual en este tour, fue el tema escogido para estrenarse, continuando con “Chainbreaker”, tema de su primer album de 1998. Killbound fue la primera canción interpretada de su último album de estudio 16.6, del que curiosamente solo sonó también “Six Times Dead (16.6)”, canción tras la cual Randy T. Black dio una brutal demostración con un solo de esos que dejan a la gente boquiabierta y que para nada cortó el ritmo de una actuación magnífica. Hubo rotura de un par de baquetas de por medio.

Si bien Matt Sinner y Ralf Scheepers son los que parten el bacalao en la banda, la presencia escénica de Alexander Beyrodt va más allá de lo convencional. Subiéndose en todo cuanto encuentra por el escenario y que sobre lo que pueda mantenerse de pie o de rodillas. Espectacular el duelo de hachas que mantuvo con el encantador sueco Magnus Karlsson, con quien por cierto tuve la suerte de compartir antes del concierto una buena charla acerca de Primal Fear y de sus otras banda como Starbreaker o su aparición en los discos de Allen/Lande. Solo cuatro días antes Tony Harnell había estado en Oviedo y Gijón con el maravilloso musical Queen Symphonic Rhapsody y su curiosidad por la cercanía de ambas ciudades fue el motivo de la agradable conversación. Por cierto, decir que pude acudir al musical en Oviedo y es algo muy digno de ver, realmente recomendable, sobre todo para los amantes de Queen y porqué no decirlo de T.N.T. pues el papel de Harnell es estelar. Pero no me seguiré desviando del tema y continuaré comentando sobre la actuación de Primal Fear.



Tras el solo de batería, vino la espectacular “Fighting The Darkness”, seguida inmediatamente por la imprescindible “Riding the Eagle. “Metal is Forever” servía para terminar, aunque volvieron para un bis donde “Angel in Black” y “Running in the Dust” servían para que nos comenzara el bajón por ver que la noche empezaba su cuesta abajo. Dejaron un muy buen sabor de boca, y se metieron en camerinos con la satisfacción del que hace bien su trabajo.

Después de la actuación de Primal Fear, la noche no se terminaba, pero muchos de los presentes no lo entendieron así, y para las actuaciones de Hangin’ Balls primero y de Hunger después, la audiencia no llegaba ni a la mitad. Con el fin del show de los alemanes hubo desbandada, algo que ya se esperaba.

En fin, una noche mágica vivida en Turón, población que si la Plataforma Juvenil se empeñara, se podría convertir en un Wacken español, aunque el tiempo dirá si repiten experiencia heavy o no. La Plataforma no es un grupo de metalheads, en ella hay gente de todo tipo y que escucha toda clase de música, y los que somos de aquí bien sabemos que no todos los años el heavy metal será el centro de atención en la noche de fin de fiesta de la Semana de la Juventud. Pero por nuestra parte intentaremos convencerles viendo el éxito de este año. A veces la voluntad, las buenas ideas y las ganas de trabajar y de luchar por lo de uno, tienen recompensa. Esta vez, sin duda, el esfuerzo mereció la pena. Ojalá la iniciativa de los jóvenes turoneses sirviera de ejemplo para que otros muchos jóvenes se pusieran las pilas y lucharan por lo suyo.


Las cifras:

Asistencia: casi 2000 personas.

Litros de cerveza consumidos: 1.700, no estuvo mal habiendo solo un cañero disponible tras averiarse los otros dos, algo que habrá que mejorar para la próxima ocasión.

Recaudación: no puedo dar las cifras, pero si puedo decir que la noche fue rentable, cosa que no se consiguió otros años con bandas de otros estilos, algunas nacionales, realmente sobrevaloradas y con unos cachés que jamás estuvieron a la altura de su capacidad de convocatoria. Recordemos que en estos conciertos la Plataforma Juvenil de Turón nunca cobra entrada.

Texto: Larry Runner
Fotos: Plataforma Juvenil y Felipe SM (gracies collaciu).

© Larry Runner

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