viernes, 18 de diciembre de 2009

THE QUIREBOYS: Gijón 14.11.09. Crónica del concierto


Antes de nada, debo reconocer que nunca he sido un gran fan de The Quireboys. Sí lo fuí en su día, cuando empezaban su carrera hace 20 años. Su primer album “A Bit Of What You Fancy” probablemente fuese uno de los 4 ó 5 discos más escuchados por mí cuando salió allá por 1990.


Al segundo “Bitter Sweet & Twisted”, del año 93 ya le presté menos atención. Luego llegó su separación y les perdí la pista hasta que hace unos años visitaron Asturias. Entonces me digné a escuchar sus trabajos posteriores al año 2000, pero ninguno llegó a atraparme como hizo en su día su disco de debut.

El caso es que con el motivo de aquella visita a Gijón, concretamente a la desaparecida Sala Parque del Piles de hace ya cuatro años, estuve una temporada grande escuchando el disco en vivo “100% live”, para tras aquella fiebre, dejarles de lado y no volver a escucharlos hasta unos días antes de este concierto.

Por tanto, no soy ningún estudioso de la banda, ningún fanático, o similar, pero sí me encanta verlos en vivo. Me lo pasé genial hace 4 años y también me lo pasé muy bien el pasado sábado, aunque esta vez la cosa no fuera tan especial, pues ya no fuí con la ilusión de la primera vez.

Ya que iba a verlos, que menos que desear que tocaran los temas más conocidos por mí, los de los dos primeros discos. Pues bien, mis deseos se vieron concedidos, y el set-list con el que los británicos nos deleitaron parecía casi tramado por mí.

Diecisiete temas fueron los interpretados ante una escasa audiencia. Esto va de mal en peor, y que una banda de este calibre no congregue más que a centenar y medio de personas es realmente escalofriante. Era sábado, una buena hora, no había liga de futbol en primera, ¿qué más se podía pedir?

De acuerdo que había otros conciertos a lo largo y ancho de la provincia, pero ninguno de tal calibre. ¿Qué coño está pasando? Si la gente no compra discos y no va a los conciertos nuestro rollo se irá a tomar por culo, y acabaremos teniendo que escuchar bisbales, orejas de no se qué o a tíos con la gorra al revés incapaces de tocar un solo instrumento que no sea la verborrea barata y barriobajera.

Así las cosas, The Quireboys se hicieron un poco los remolones para salir al escenario. Quizás pensando en que llegase más gente, pero no. La Sala presentó un aspecto bastante desangelado. Menos mal que aunque éramos poco público, al menos nos acercamos al escenario, y parecíamos más. Pero como digo, seríamos centenar y medio los asistentes.

Abrieron con “Don’t Bite The Hand” de su segundo disco y seguidamente atacaron con “The Finner Stuff” del album “Well Oiled”. Luego llegó el buenas noches por parte del carismático Spike, que presentaba un moratón en su ojo derecho, marca que según nos contó, o al menos quise entender, le hizo algún novio celoso por follarse a una damisela. Vete a saber tú. Lo más lógico es que fuese algún resbalón en la bañera, que es lo que suele suceder en estos casos. ¿No? Que se lo pregunten sino a Carmina Ordoñez. Ah no! Que no se puede.

Otro tema más de su segundo album y seguidamente la preciosa “Mona Lisa Smiled” de su album de 2008 “Homewreckers & Heartbreakers”. Preciosa canción. Mi favorita sin duda de ese melancólico album.

Y entonces llegó lo bueno. “7 o’clock” y seguidamente todo el “A Bit Of What You Fancy” íntegro. Más no se puede pedir. Todos los temas tocados magistralmente por unos músicos de lujo, aunque a mí el que realmente me deja boquiabierto es su teclista Keith Weir. “Man on the loose”, “Whippin’ Boy”, “Hey you”, no me lo podía creer.

Ante mí tenía al único componente junto con Spike que lleva desde el principio de los tiempos en la banda Guy Griffin, un tío con una sensibilidad especial para la guitarra. Parece que la acaricia, pocas veces he visto a alguien tocar con esa suavidad la guitarra, con ese sentimiento, tratándola con suavidad, como si de su chica se tratara.

Alguien se pasó todo el concierto pidiendo “Sex Party”, pero no la tocaron entre el resto de las canciones del disco. Se la saltaron y la dejaron junto con “Mayfair” para el bis y para cerrar un concierto de lujo, en una sala poco apropiada para el rock, pero con una muy buena acústica.

Impresionantes. Carismáticos. Y hubo muchos lechuguinos que se quedaron en casa y se lo perdieron. Algún día se arrepentirán. Algún día los promotores del rock en Asturias se cansarán de que la gente no responda y tendremos que volver a viajar para todo, como hace 20 años, que para ver a Barricada había que ir a San Sebastián o movidas similares.

© Larry Runner 2009

pd. Al salir pude charlar un ratín con los geniales THE PUNISHERS que estuvieron en un 80% presentes en el concierto. Dani Little Thunder me regaló el set-list. Lo guardo con cariño, gracias.