lunes, 20 de diciembre de 2010

PANZER. Avilés 17.12.2010. Crónica.


No era una noche para el virtuosismo, si quiero virtuosismo en el heavy me voy a un clínic de Kiko Loureiro. No era una clase magistral. Si quiero aprender a tocar la guitarra, me apunto a las clases de Pablo García. Era una noche para la nostalgia.


Panzer y las canciones. Panzer y sus fans, los más veteranos de esta movida. Nunca había visto tantos. Panzer y los que no renegamos. Panzer y los que no nos avergonzamos. Si te damos risa, como dicen otros viejos amigos llamados Obús, “que te jodan”. Fue una noche para la nostalgia, sí. Por supuesto que sí. ¿Tiene algo de malo recordar tiempos pasados?

Puedo presumir de haber estado la otra vez. La única que pisaron suelo asturiano hace más de veinte años en la Plaza de Toros de Xixón. Y muchos de los que estaban en la Cube Room el pasado viernes también habían estado aquella noche rock del verano gijonés. Pero también puedo presumir de disfrutar de lo lindo de bandas como Heaven Shall Burn, por ejemplo. Lo uno no quita lo otro.

Me alegró volver a ver viejas caras. Me alegró volver a ver a viejos amigos a los que hacía mucho que no veía. Amigos de los que te reciben hasta con besos. Me alegró que me dijeran “tú si que sabes” por vestir una camiseta de Tokyo Blade. Me alegraron muchas cosas el pasado viernes. Y sí, puede que el Four Roses también me alegrara. Pero solo fueron dos y algunas cervezas. Fue una gran noche que vino precedida de un día olvidable.

No llegamos para Anywhere, tocaron muy temprano. Llegamos para ver a Monasthyr un poco, pero tampoco pudimos prestar mucha atención, había mucha gente a la que saludar.


Con un gran retraso, por culpa de un problema con un cable, según contó Carlos Pina, salieron unos Panzer que deben estar hambrientos de escenario. Solo así se entiende que una banda que fue de las más grandes del heavy metal de este país haya ido a parar a la Cube Room. Una sala de aforo medio, en la que si se hicieran bien las cosas se podrían hacer eventos más grandes, pero que tal y como está distribuida, es difícil que vayamos a ver allí algún bolo de renombre.


Entiendo que Panzer hayan querido volver a los escenarios. Fueron muchos años sin pisar un escenario y el gusanillo seguía dentro. Pero de volver, en mi humilde opinión, creo que deberían haberlo hecho en mejores condiciones. Ellos sabrán lo que se hacen, pero de verlos en una plaza de toros a verlos en la Cube Rom media un abismo. El sonido malo, y las luces del escenario las mismas que nos iluminaban a todos. La puesta en escena olvidable. Eso sí, todo quedó perdonado en cuanto comenzaron con Escapa y cuando vimos que su estado de forma no está tan mal como algunas malas lenguas decían. Pina no llega a los tonos, pero sabe como salir del apuro. Al fín y al cabo, tampoco llegan hoy en día ni Halford, ni Coverdale ni ...

A lo largo de la noche pudimos disfrutar de lo mejor de su trayectoria: Galones de PlásticoGedeónPanzerCañaNo hay quién nos parePon tu leyCaballeros de Sangre y por supuesto Fuego Prohibido y Junto a Ti, donde Pina invitó a dos de los presentes, chico y chica a compartir micro. Toca Madera sonó en dos ocasiones, ya que tras tocarla durante el set-list, repitieron en el bis final. Eché de menos Vive como un Angel y háztelo como un demonio y probablemente con al que más disfruté fue con Dios del Rock, que tengo que reconocer que la tenía ya olvidada y fue una gratificante sorpresa.

Están aquí, y en principio han vuelto para quedarse. Ya va para dos años de esta reunión. Yo me alegro de ello, aunque ojalá que la próxima vez el escenario sea más digno. Quién sabe, quizás pronto estén otra vez por Asturias.

Los Panzer de ahora son:

Guitarras: JUAN A. LEAL Y MIGUEL A. LOPEZ.
Bajo: FERNANDO DIAZ-VALDES.
Batería: RAFAEL RAMOS
Voz: CARLOS PINA.

Texto Larry Runner
Foto: Felipe SM

1 comentario:

t0p0 dijo...

Me ha encantado leer la crónica, muy emotiva como todas las tuyas, me encanta leerlas. Para mí fue especial verles en el LEYENDAS, pero el Pina no me gustó para nada, parecía que recitaba o hablaba los temas en lugar de cantarlos. Sin embargo otros clásicos como SOBREDOSIS sí que me gustaron mucho más